BUENAS PRÁCTICAS
Al vivir en el mismo valle y teniendo las viñas y olivares entre 0-8 km de distancia del pueblo, se optimiza el uso de maquinaria agrícola. La gestión agraria se hace día a día en conjunción con el tiempo meteorológico evitando programación de tratamiento sistemáticos en función del tiempo meteorológico. Eso se traduce en vinos y aceites sin residuos fitosanitarios, sostenibles y de óptima calidad.
El manejo del suelo, donde viven las raíces del viñedo y el olivo se realiza con cubierta vegetal viva. Eso permite conservar y mejorar la flora del valle con un gran impacto positivo en la fauna. Esto se traduce en un aumento de los animales y aves que viven en Nekeas, especialmente en el caso de las aves rapaces.
Se ha asentado un rebaño de 800-1000 ovejas en la zona, que en otoño e invierno pastorean en el viñedo y durante todo el año en el olivar. Ayudamos a mantener la ganadería local viva, las ovejas se alimentan y abonan nuestros campos.
La cubierta vegetal viva también combate la erosión del suelo, ayuda a la absorción del agua de lluvia y la contiene la evaporación en verano.
La cubierta vegetal viva promueve el aumento de la vida microbiana del suelo, mejorando el hábitat de las raíces de viñedos y olivos y a su vez la calidad de uva y aceituna, manteniendo un suelo de calidad para el futuro. Los restos de poda y el abono con estiércol complementan este tipo de gestión del suelo y así evitamos, en lo posible, el uso de los abonos minerales.
Los residuos originados por la elaboración de vino y aceite son reutilizados y reciclados generando subproductos útiles y consumibles. El huesillo genera la energía consumida en parte de la actividad. Otra parte viene generada del Parque Eólico de San Esteban.
AGRICULTURA REGENERATIVA
Sentido común y cariño por lo que nos rodea. Somos afortunados por ver cada día el paisaje del Valle de Nekeas y queremos seguir disfrutándolo siempre y, en nuestra medida, mejorarlo para pasar el testigo a los que vengan a continuación.